Quiero ir contigo en la impía tarde negra y amarilla.
Aquí, en mi torpe mejilla, quiero ver si se retrata esa lividez de plata, esa lágrima que brilla.
¿Donde está ya el mediodía luminoso en que Grabiel, desde el marco del dintel te saludó:
" Ave María?"
Virgen ya de agonía, tu hijo es el que cruza ahí.
Dejamé hacer junto a tí este augusto itinerario.
Para ir al monte Calvario cítame en Getsemaní.
A tí doncella graciosa, hoy doncella de Dolores,
playa de los pecadores nido en el que el alma reposa,
a tí te ofrezco,pulcra rosa las jornadas de esta via.
A tí, Madre, a quien queria cumplir mi humilde promesa.
A tí, celestial princesa, Virgen Sagrada María.
Amén.